Demonizar alimentos, una moda peligrosa

Desde hace un par de años, hablar de alimentación saludable es moneda común en varios ámbitos, pareciera que abundan expertos en vida sana.Lo grave, es cuando intentan convencernos de que algún alimento es «peligroso» para nuestra salud. Cuestionar sus propiedades o peor aún, sugerir su exclusión absoluta puede atraer consecuencias. Veamos…

Demonizar alimentos es una tendencia, en los años 80 el huevo era considerado una amenaza para el corazón por su alto contenido de colesterol, hoy sabemos que tiene tantos nutrientes que deberíamos consumirlo a diario y que su contenido de grasa no afecta al colesterol sanguíneo. En los 90’s las grasas fueron las más criticadas, hoy y desmitificado el cuco, las incluimos sin miedo, sabiendo que representan el 30% de una dieta equilibrada y que permiten gran parte del funcionamiento del organismo.

MISMA PELICULA, NUEVOS ACTORES

Una vez más, la historia se repite y estrenamos la película de terror, pero con nuevos protagonistas: el gluten (las harinas), la leche y el azúcar ¡los villanos de turno!

Llegó la hora y pienso que es fundamental que quienes trabajamos cerca de los alimentos desmitifiquemos la idea de que alguno de ellos pueda ser PELIGROSO para la salud. Sin rótulos ¡la comida es indispensable para la vida!

Hace siglos, diferentes culturas (incluida la nuestra) vienen consumiendo harinas, lácteos y azúcar. Los italianos y los franceses deberían estar extinguiéndose con tanta pasta, quesos y dulces ¿no les parece? O peor aún, serían los más obesos del continente, paradójicamente, son los más delgados.

LA MODA GLUTEN FREE

En los Estados Unidos, 1 de cada 3 adultos ha dejado de consumir productos con gluten, sin ser intolerantes a él ¿porque semejante locura? Lo más probable es que algunas celebrities, como Lady Gaga, Gwyneth Paltrow y otras tantas hayan contribuido a difundir la teoría de que dejar de consumir las harinas mejoran la piel, les otorga energía y una figura excepcional. Sin dimensionar la confusión que generan en sus seguidores y las consecuencias que trae eliminar innecesariamente un grupo completo de alimentos, publican los beneficios de la vida gluten free.

Paraguay no se salva de la invasión de los productos libres de gluten, que si bien, son una muy buena alterativa para quienes sufren de intolerancia (celiaquía) éstos no deberían formar parte de la dieta de una persona que busca comer balanceado. Muchas veces contienen más grasa o sodio para lograr un buen sabor, ¡ni hablar del costo! Si los mismos médicos desaconsejan el abandono del gluten sin prescripción ¿qué hacemos eliminando al pan y a las harinas de nuestra dieta?

El AZUCAR Y LA LACHE

Cuando hablamos de azúcar y obesidad, sabemos que nadie es obeso sólo por consumir mucha azúcar. Se es obeso porque se consume mucho de todo, porque uno no se mueve o porque se tiene una predisposición genética. Y no nos olvidemos de la leche que sin comerla ni beberla, se lleva el premio mayor, ahora resulta que un único alimento, consumido desde hace siglos por nuestros ancestros, es el responsable de todos nuestros males.

«Cuando hablamos de azúcar y obesidad, sabemos que nadie es obeso sólo por consumir mucha azúcar. Se es obeso porque se consume mucho de todo, porque uno no se mueve o porque se tiene una predisposición genética».

CARENCIAS

Hay que entender que ante todo son alimentos y contienen nutrientes que completan nuestra alimentación. Todos ellos pueden ser parte de una rutina saludable,siempre que los administremos en porciones adecuadas. Diariamente necesitamos cerca de 60 nutrientes y ellos están repartidos en tres grupos de alimentos, las proteínas (carnes, lácteos , huevos), los carbohidratos (harinas, cereales, frutas, azúcares ) y las grasas, si elimináramos alguno, no completaríamos los requerimientos nutricionales y llevaríamos una alimentación carente.

¿PUEDO VIVIR SIN?

Sin carbohidratos, no funciona el cerebro, no tenemos energía y no podemos llevar adelante nuestras actividades diarias. Sin proteínas, cae la masa muscular y el metabolismo. Sin carne puedo sufrir anemia, sin lácteos osteopenia y osteoporosis. Sin grasas, las vitaminas no se absorben, el cerebro no se forma y el organismo no completa múltiples funciones ¡Sin alimentos, no podemos vivir!

Considero que callarse o abstenerse de opinar es validar un pensamiento colectivo que no parte precisamente de la evidencia científica, parte de algún pseudo experto, gurú de la «vida sana» o quizás un healthyblogger que difunde su rutina alimentaria.

Seamos responsables a la hora de compartir información, si queriendo ayudar confundimos a la gente, se desvirtúa la buena intención. Al fin y al cabo, estamos estamos hablando de salud

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